La posada la Socarrena dispone de una terraza de cuarenta y cinco metros cuadrados, lugar para tomar el sol mientras disfrutan de un aperitivo; hay un
pequeño jardín minimalista que dispone de barbacoa para uso y disfrute de los clientes en la zona noroeste.
Se ampliará al este con un jardín de ochocientos metros cuadrados y aparcamiento privado para uso exclusivo de los clientes. Junto a la posada se encuentra la casa de los propietarios donde se podrá visitar el amplio y bello jardín, contemplando las ]oraciones en Mayo del macizo de azaleas, las hortensias en Junio, los agapantus en Agosto y el espectacular follaje de la amplia colección de arces japoneses verdes, rojos y amarillos.
Esta casona montañesa fue en sus comienzos una Socarreña de los siglos XVII – XVIII, donde se guardaban los aperos de labranza y el alimento del invierno de los animales. En otra época se utilizó por mi bisabuelo como taller de reparación de aperos. Con los años se fue transformando en un lugar donde vivir, con un simple techo de tejas de cerámica hechas a mano, muros de piedra de mampostería y suelo de arcilla.
En los años cincuenta, mi abuelo convirtió aquella pequeña Socarreña en una vivienda, que hizo más amplia en los setenta mi padre, siendo en la actualidad una casa montañesa típica de piedra de mampostería rescatada de la antigua casa y maderas nobles, dando lugar a una confortable casa con las comodidades propias de nuestro tiempo. Dispone de cinco habitaciones dotadas de calefacción central, TV, radio despertador, Internet rural WIFI y baño completo, cuidadas con mimo hasta el último detalle. El exterior dispone de una terraza de cuarenta y cinco metros y jardín con barbacoa en la parte noroeste; ampliable a ochocientos metros cuadrados con aparcamiento privado al este, bellas vistas a los Picos de Europa y montes de la zona.
La posada La Socarreña se encuentra ubicada en el pueblo de Luzmela, lugar donde pasó temporadas Concha Espina, escritora de renombre que dió nombre al pueblo por su novela «La niña de Luzmela – concejo de Mazcuerras», un lugar privilegiado por la naturaleza, a las puertas de la reserva del saja, al pie de la montaña y cerca del mar.
«AQUÍ COMIENZA ESPAÑA» puede leerse en un hito de Santa Lucía, a mitad de camino entre el valle de Cabuérniga y Cabezón de la Sal, inicio de la ruta de los Foramontanos, descrita en su libro «LA RUTA DE LOS FORAMONTANOS» por Víctor de la Serna.
Mención especial a los ya muy visitados VIVEROS ESCALANTE, cuarta generación de Hortofrutícolas, que describiera Víctor de la Serna, como la Valencia del norte y cuna actualmente de muchos cultivadores de planta ornamental y creadores del paisaje, entre los que me encuentro junto a la anQtriona de la posada Marilín.
Aquí comienzan sus días de descanso y Marilín, Pepe, Silvia y Darío os esperamos con los brazos abiertos.
Muchas gracias por anticipado